Imágenes caídas, hechizos rotos

... eso fue lo que sentí, que la imagen más clara que tenía de la biblioteca que, eventualmente armaría en mi casa, se cayó, se desplomó, se esparcieron los libros por  el piso con esa sensación punzante y profunda de que no había vuelta atrás.

Nunca he creído en las expectativas, son engañosas, despegan los pies del suelo, desvían la realidad hacia donde no puede ser arreglada cuando atropelladamente hay que volver a aterrizar. Aún teniendo toda una vida de práctica, me dejé embelesar por la simpática sensación del espacio propio, de ese que sólo uno puede ajustar a la medida de la imaginación. De pecados e ilusiones estamos hechos, ademas de historias como dice Galeano.



Después de llorar como si me hubiera dejado atrás algún amor, como si me hubieran abandonado a la deriva, como si abriera el mundo a mis pies. Después de saborear la idea de ser feliz a mi propia holgura, de ser feliz pensando en los reencuentros, me encuentro a mi misma llorando y pensando: "si así ocurrió, así debía ser". 

Ahora veo la oportunidad de hurgar, de mirar dentro qué inquietudes pesan más, qué necesidades son  imperativas, que valores retomar, qué cariños guardar. Lo demás vendrá por sentado, lo que corresponda ocurrir será bienvenido en este girar sin retorno de una tierra que late, que pide a gritos ser considerada, en una historia que por fortuna, no está escrita.

Nota --> En el video adjunto Eddie Vedder habla de cómo cambió para él el sentido de esa canción a partir de las emociones y la energía del público y dijo algo como: "...when the people changed the meaning of the words, they lifted the course"

Comentarios

Entradas populares